Nuestra naturaleza – la montaña, el bosque, la dehesa, la nava, la raña… – suena siempre agitada y cigarrera durante el día; y aguda y cáraba en la noche. El campo abierto y libre debe tañer para estar vivo. El silencio indica que el bosque muere por más que acoja Seguir leyendo
El horizonte (las miradas)
No existe verano sin horizontes. Lanzar la vista a lo lejos es una de sus señas de identidad. Sin miradas hacia el infinito no hay agosto. Observar las lontananzas buscando la curva del mundo debe ser el deporte favorito del descanso, del olvido, de la desconexión. El horizonte siempre es Seguir leyendo
Un gin-tonic en la terraza
Pido perdón en la primera línea: no voy a dar la receta del mejor gin-tonic del mundo, ni hablaré de marcas de ginebra o tónica recomendables, y tampoco aconsejaré qué tipo de limón es el mejor. Sé que es meterse en un jardín de torpes, porque siempre habrá miles de Seguir leyendo
Cuánto has tardado
La tarde declina. El sol traspasa la ventana, oblicuo y tibio. Abro el ojo izquierdo entre marañas. El sudor – dos gotas exactamente – nubla y escuece. Tengo el brazo derecho atrapado por su pierna y el izquierdo es un pelele a la deriva. Levanto con lentitud la cabeza unos Seguir leyendo
El sol (el calor)
Me gusta el sol. Lo manejo a gusto (¿También ahora? ¡Ay! Siempre lo he acariciado y diría que hasta mimado.) Qué sería de nosotros sin la luz que nos regala a diario todos los colores del universo y convierte en verde nuestro mundo tan pardo. Él siempre está ahí arriba Seguir leyendo
Adiós, verano
Despedirse del verano es como abdicar de la naturaleza (repudiarla), o sea, una atrocidad. Verano quiere decir descanso y melocotones; baños, conversación larga y holgazanear con la noche. Algo que hicieron nuestros antepasados durante decenas de miles de años y que en un determinado momento se nos jodió a la Seguir leyendo
Bajemos las banderas (IV)
MEMORIA NIEBLA Braceando en la niebla de la memoria te vi refulgente, imperial y como otra. No me atreví a decirte, a rozarte tan siquiera. Tú me observas sin ojos o eso percibo al menos. No era fiebre ni delirio. Eras tú, perla de mirto dorada, bañando en el Seguir leyendo
Bajemos las banderas (III)
FIERA REAL La realidad mana de la memoria. La que nos cita no la entiendo: su lengua no besa, ni el pan es ácimo: solo bordel de acontecimientos. La memoria con su hálito y la caricia en el corazón, descubren sentencias tan ciertas como el olvido y su miedo. Seguir leyendo
Bajemos las banderas (II)
FIBRA IMAGINADA Sí, allí estaba la mínima sílaba del tallo, exigua presencia y ausencia de casi todo. Verde y rubia placenta del suspiro, rala sombra de la brisa salvada del azar. Una grieta de la mirada con el alma lavada de tiempo, silencio y paciencia ciega: ni el viento Seguir leyendo
Bajemos las banderas (I)
LA MANO SOBRE EL ALFÉIZAR No dejes pasar este momento, la mano reposada sobre el alféizar con todo el mundo permitido a la vista. Presientes la brisa arroyo abajo y la defensa sonora del verderón te ensancha el pecho. La luz de junio se hace plata y crea la Seguir leyendo