FIBRA IMAGINADA
Sí, allí estaba la mínima
sílaba del tallo,
exigua presencia
y ausencia de casi todo.
Verde y rubia
placenta del suspiro,
rala sombra de la brisa
salvada del azar.
Una grieta de la mirada
con el alma lavada
de tiempo, silencio
y paciencia ciega:
ni el viento la roza.
Es agua presentida
y fibra de ángel imaginada.
Disfraz de nada.
DÍA LIMPIO
La claridad traspasa como agua exigida,
igual que un rayo en círculo
de evidencia y amor liviano
invadido y perfecto.
Puro choque con la certeza
del momento y rincón limpísimo
de imposturas.
Viene y se marcha
sin moverse nunca.
Se queda para siempre:
caricia de la pupila con su relente.
Y transporta al aire
eterna insustancia.