FIERA REAL
La realidad mana de la memoria.
La que nos cita no la entiendo:
su lengua no besa,
ni el pan es ácimo:
solo bordel de acontecimientos.
La memoria con su hálito
y la caricia en el corazón,
descubren sentencias tan ciertas
como el olvido y su miedo.
También el amor reprimido
enmarañado de cieno.
La memoria luminosa
(flor en el árbol al viento
de Van Gogh)
nos toca con su navaja
descubridora
abriendo el mundo
que no nos dejaron ver.
Hurgar en ella es certeza
de tesoros
y caballos valientes en carrera,
lo genuino a resguardo de la
fiera imaginada de lo real.
MÍNIMO SOPLO
Gorgogea el crisantemo
y tú dices amén
como si su olor fuera todo:
trueno de soplos,
avaricia del suspiro,
jazmines evaporados.
La fuerza del ciclón
se desprende del párpado
que mueve las estrellas,
cornea al mundo
y expande la memoria
del pasado que llega.
La brisa abre tu corazón tibio
hasta convertirlo en rosa amarilla
y mariposa blanca amanecida.
El sueño de la onda en el agua
nos regó el alma
hecha tormenta por un siglo.