Etiqueta: naturaleza

Nos vamos a ver lobos

Paula Nevado

Nuestra súbita preocupación por la naturaleza llama a deshacer malos pasos dados tiempo atrás. Hemos vaciado más del 80% del territorio nacional dejando allí, al abrigo del viento, solaneras, pobreza y destierro. Pero los vivos que aún quedan y los urbanitas que se unen a su queja y protesta vienen Seguir leyendo

Naturaleza y furia

Paula Nevado

Esta mañana, desayunaba un buen plato de granada desmenuzada, una raja de melón, tostada montada de jamón york y café con leche. En tiempo de ventanas abiertas como en el que nos deslizamos, se cuela a menudo la voz de la radio vecina. La Ser se hacía eco del enésimo Seguir leyendo

Sierra de Gata

Paula Nevado

Disfrutamos de la primavera más verde y húmeda de los últimos lustros. Los campos se han adueñado de la lujuria y las arboledas, tras la noche de tormenta, amanecen frondosas y bailarinas como amantes satisfechos. Las nubes ora acompañan ora se esconden, mientras la suave temperatura permite que las flores Seguir leyendo

El sol del membrillo

Paula Nevado

Acabo de comer un membrillo. Lentamente. Es una rareza encontrarlo. Casi ha desaparecido de las fruterías de Madrid su característico color amarillo. Parece claro que pocos se acuerdan ya de esta fruta histórica. Pero en la tienda de los bangladesís que frecuento se exponían ayer seis u ocho ejemplares de Seguir leyendo

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Acerca de este blog

Este blog nace de la necesidad de contar algo, por insignificante que sea, sobre todo aquello que me interesa o inquieta y que casi siempre tendrá relación con la comunicación humana en su sentido más amplio.

La política, la economía, las artes, los placeres de la vida, como la gastronomía, el cine o la literatura tienen aquí cabida. El mundo actual en crisis se ha convertido en una noria de opiniones libérrimas, con frecuencia desencajadas, que se afanan en la crítica feroz más que en tejer futuro.

Los líderes sociales de aquí y allá, lo admitan o no, se han quedado sin respuestas. Continúan sus tareas con torpeza ayudados por viejas recetas que abandonan de inmediato porque ninguna le sirve.

En esta especie de equivocación colectiva en la que estamos embarcados, este bloguero sólo pretende vivaquear en nuestro azaroso caminar a tientas con la pretensión de encontrar en alguna ocasión esa pepita de luz que nos recuerde que la esperanza es la emoción humana más necesaria de recuperar en este tiempo.