
El lenguaje soez, descarnado y turbio, entre tabernario y repugnante, se cuela de manera creciente en los titulares de numerosos medios de comunicación. Salen a la calle por la boca de la caverna clasista y franquista. Poco a poco, nadie de otra raza, orientación sexual “fuera de la normal”, pobre Seguir leyendo