El PP arrolla en Andalucía, toda la artillería popular ya mira a la Moncloa

Rotundo triunfo del PP. Puede que mayor que el que soñaron. Mayoría absoluta para Juanma Moreno. Manos libres para formar gobierno. Adiós a un Vox tan molesto. Y sobre todo, el clarinetazo más serio que recibe Pedro Sánchez, y eso que hace tiempo el presidente del Gobierno se quedó sin tímpanos del estruendo político.

La victoria popular en Andalucía significa un enorme volantazo en la carrera hacia las generales. A partir de hoy, las derechas dejarán de ser alcatraces ruidosos al transformarse en arpías devoradoras. Pedro Sánchez tiene desde anoche un adversario más rocoso que la inflación (no olvidemos que tumba gobiernos) y los peligrosos nubarrones que anuncian una nueva recesión económica. Ese enemigo político le llega, quién lo diría, de Andalucía, la tierra que siempre estuvo y sostuvo al PSOE.

Vamos a escuchar y leer miles de análisis y conclusiones sobre estas elecciones. Cuando aún quedan unos porcentajes de votos por escrutar, apunto los que estimo más importantes:

1.- El PP ha realizado una campaña electoral impecable. No se ha equivocado en nada importante. Una planificación perfecta desde el diseño del candidato, su imagen y (no) discurso, hasta el arrastre masivo de apoyos. Un dato: la inmensa totalidad de medios de comunicación andaluces han estado con el candidato y el PP desde meses antes de que se pusiera en marcha la precampaña.

2- Juan Espadas – el candidato más vulnerable de todos – ha  soportado como un galeote romano la batalla en la que se metió siendo consciente de que pilotaba la nave más grande Andalucía, sí, pero también avejentada y muy averiada para dar esta batalla. Un éxito, cuando ha sido la cara decidida, y hasta sonriente, de un PSOE-A desenchufado de su historia y del mañana de Andalucía desde el momento en que no supo salir de la red tan tupida que le tendieron con los EREs. Un partido que, al perder al fin el gobierno de la Junta de Andalucía, no hace oposición (o quizás pensó que no era necesario o puede que no supiera hacerla).

3.- La victoria popular en Andalucía es una bendición para Feijóo y una mala noticia para Ayuso. Los populares del sur han sabido obtener una holgada mayoría absoluta en territorio, que siempre fue comanche para ellos, con un discurso moderado que, por momentos, parecía el relato de un cuento ñoño. Ayuso, por el contrario, cimenta todos los días su liderazgo en Madrid a dentelladas y chuzazos contra el Gobierno y contra todos, si es necesario. Algo debería de decirle el resbalón de Olona. Feijóo bien podría manejarse compartiendo con un solo cónsul, Juanma.

El presidente del PP tiene una oportunidad de oro para comenzar a partir peras con Vox. Otro frenazo como el andaluz (municipales, autonómicas) le puede poner en ese dificilísimo punto de una integración, pues son “sangre de mi sangre”. Aunque donde veremos mostrarse en carne viva la victoria andaluza del PP es en la oposición en escalada que harán al Gobierno. Lo más suave será la exigencia constante de que acorte todo el tiempo posible su estancia en la Moncloa. Hasta se medirán día a día los perjuicios concretos que tiene para España la permanencia de Sánchez.

El Gobierno intentará hacer valer sus argumentos en sentido contrario, desvinculando los resultados andaluces de unas elecciones generales, pero de poco le servirá. La victoria popular en el histórico territorio socialista ha sido tan rotunda que la extrapolación cuela en esta ocasión sí o sí.

No tendrá más opción que repensar y modificar en profundidad la estrategia que tenía trazada para el horizonte próximo de mayo del 23, y soportar (combatir) las embestidas mil que recibirá. Sí se puede anticipar que Pedro Sánchez no abandonará. Si ha de caer, lo hará a la manera de Errol Flynn, coronel al frente del VII de Caballería: con las botas puestas.

Fotografía
Fuente: Unsplash

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