Vendaval de pesimismo

Paula Nevado
Fotografía: Paula Nevado

Cuando se dividen las sociedades es imposible el diálogo y se aplasta la concordia. Fijémonos en el fenomenal espectáculo que nos ofrece en los últimos meses un Reino Unido a palos a propósito del Brexit. O el atasco catalán. En Europa crece la división, la rabia y el odio en la práctica totalidad de sus Estados; los países del norte y el centro contra los del sur (los nuevos vocingleros extremistas alemanes señalan a la Italia de Salvini como la otra Grecia); los occidentales contra los del este, y viceversa.

Los politólogos más afanados pronostican un alud autoritario que no podrán detener las élites con sus partidos cuarteados y sin aliento, con unas administraciones burocratizadas, las empresas nacionales ( y no digamos los trabajadores) desorientados y asustados por el empuje de las grandes tecnológicas, la banca informal (fondos de inversión) y un amazonas de beneficios que no paga impuestos.

Para colmo, economistas de lustre e influencia, que hasta ayer se autodenominaban continuadores de las doctrinas keynesianas, comienzan a bajarse de la peana posibilista al sostener que Europa no soportará la huida hacia adelante de un gobierno italiano que escoge confrontar con Bruselas con la determinación del carnero. Así que, semana tras semana – cuando Merkel anuncia su retirada, la economía alemana se frena y enfría el crecimiento de la UE – la niebla densa del pesimismo sube de los valles hasta los palacios entristeciendo todo.

 

Trampantojo

 

En estas ocurre que en España, a contracorriente como Portugal, la moda política es, quién lo diría, echar a los socialistas de los gobiernos de Madrid y Sevilla. Al levantar el telón electoral andaluz, los grandes eslóganes de la oposición aclaran todo: acabar con Susana Díaz y achatarrar su régimen caduco y corrupto que debe ser sustituido por la modernidad que anuncia el candidato del PP, Moreno Bonilla, y los nuevos tiempos de prosperidad que traerá un partido como Ciudadanos, que arranca la campaña decantándose por la legalización de la prostitución.

Porque burla burlando, el osado y suertudo presidente Pedro Sánchez, que se hizo con el gobierno con solo 84 diputados más uno, está logrando dividir a la derecha como nunca en las últimas tres décadas, atiza la disensión en el bloque separatista catalán y ayuda a que el gallinero de Podemos se inunde de picotazos. Claro que no debería hacerse demasiadas ilusiones, pues la magia de los fuegos artificiales termina por dejar de fascinar, y en las saunas donde calientan músculos todos los escépticos, se da por seguro que “la anécdota Sánchez” es una anomalía, el garbanzo negro en una cosecha de orondos y blancos cocidos, un trampantojo que llama la atención pero que en realidad no tiene proyecto político alguno. Así que continuamos hasta dios sabe cuándo en la eterna batalla política española.

PAULA NEVADO
A Paula Nevado, su inquietud y sensibilidad familiar, le han llevado a formarse en diferentes disciplinas creativas y trabajos artesanales. Desde hace años se las tiene con la luz y sus caprichos para adobar con ellos las imágenes que le interesan. Con esta colaboración traslada de manera abierta la búsqueda del mundo que solo puede capturar su ojo. Puedes seguir su trabajo en Instagram: @paula_nevado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Cerrar

Acerca de este blog