De nuevo, el parón. El ataque de los mercados al euro, a través de España, las primeras semanas de mayo, que trajo como consecuencia el drástico recorte de gastos (15.000mill/€) del Estado, empieza a tener sus efectos muy desagradables sobre la evolución de nuestra economía real. El parón del incipiente repunte de consumo y actividad parece ser un hecho. Los primeros datos fiables que llegan de Economía indican que las medidas de ajuste han producido sus efectos restrictivos ya en dos ámbitos empresariales: todos aquellos que contratan con las administraciones públicas, y el amplio sector del consumo: distribución, restauración, viajes… En opinión del analista estadístico “nos ha pillado el toro a mitad de trimestre… que iba bastante bien en relación con el mismo del año 2009. Los datos conocidos en sectores clave para medir la evolución económica como son energía, consumo o exportaciones eran esperanzadores: crecimiento del consumo eléctrico del 5,4% en abril, de las exportaciones por encima del 20% en el mismo mes y del 7% en consumo doméstico. Además los mayoristas habían aumentado reservas en porcentajes similares a 2008. Hoy, en mayo, todo ese repunte podría haberse estropeado notablemente». De haber caminado las cosas como apuntaba el mes de abril “todo hacia esperar que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre podría haber alcanzado hasta las tres décimas”. Hoy ese objetivo es imposible. Incluso podríamos bajar de cero o, en el mejor de los casos, llegar a un crecimiento mínimo. Cuando se tengan más datos ciertos de la evolución de la economía medible es seguro que muchos dirán que Zapatero volvió a equivocarse “pasándose de frenada”, “abortando el incipiente y muy tibio despegue”. Claro que si Zapatero no hubiera frenado, hoy puede que estuviéramos despeñados.