
Al conocerse que la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, sería recibida en audiencia por el Papa Francisco el pasado viernes, la memoria nos condujo a no pocos a una rotunda frase (quizás un grito) que Pablo Iglesias pronunciara en un Vistalegre, eufórico tras los formidables resultados de Podemos en las Seguir leyendo