El malestar

Paula Nevado
Fotografía: Paula Nevado

“Estamos en una situación similar a la que llevó a la Revolución Francesa”, afirma en El País de ayer domingo Thomas Piketty, célebre economista francés que llevó el ahora grave problema sobre la desigualdad a gran debate político y social hace unos años. Se trata de la opinión de un experto a la que podemos dar poco o ningún valor. Ocurriría no obstante que, de concretarse en un futuro cercano, sería una de las revoluciones más chocantes que diera el mundo, ahora espoleado por populismos de ultraderecha autoritarios.

Se trataría entonces de una revolución contra los herederos del liberalismo burgués alumbrados por aquella revolución que terminó por enterrar el antiguo régimen nobiliario. ¿De qué manera podría ayudar al sistema democrático esa hipotética revuelta? Dejémoslo aquí. Al fin y al cabo, se trata de una opinión que rasca sobre un presente en crisis política, económica y social crecientes y se manifiesta de innumerables formas que, sumadas todas, nos conducen a eso que llamamos malestar; ese estado de mal funcionamiento general que supera en intensidad a la preocupación y las inquietudes habituales del ser humano.

 

“Amedrentados, nos damos al pesimismo”.

 

Las causas de nuestro estado de malestar general, que son diversas y comienzan a tomar cuerpo los últimos años tras la gran crisis de 2008, se multiplican con la irrupción de la pandemia covid a partir de 2020. La desigualdad, que se agudiza y crece en Occidente, sobre todo con el triunfo de la globalización y a pesar del interés por combatirla en los últimos tres o cuatro años, no parece que pueda ser removida siquiera al incremento sin precedentes en tiempos de paz de la deuda pública de los dos últimos años. La fuerte subida de precios de la mayoría de bienes y servicios, incluida la alimentación, es tal que la inflación aplasta salarios, encarece servicios y, claro, agudiza los problemas de desigualdad.

En este contexto nos movemos los últimos meses. Se frena de manera no prevista la anunciada recuperación económica y la sexta ola de la pandemia covid se encarga del resto. Amedrentados, nos damos al pesimismo y nutrimos el malestar creciente. Es el momento más propicio para los portadores de recetas mágicas, para los animadores del malestar.

Así ocurre que una huelga del metal en la provincia de Cádiz – dura y llamativa-; las protestas de sindicatos policiales – arropados por la derecha y extrema derecha – contra la modificación de algunos artículos de la llamada Ley Mordaza; y la maximización publicitaria de las malas perspectivas de crecimiento han conseguido casi ocultar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) más expansivos de las últimas dos décadas. Como escribía ayer un analista político, la misa por Francisco Franco en Granada, con la asistencia de Pablo Casado, los movimientos de la tanqueta policial y la bronca por las calles gaditanas pueden con todo.

 

“Nunca fue tan urgente controlar la pandemia”.

 

El gobierno, si bien no superado, da señales de alta preocupación y hasta desconcierto. Y más le vale estar atento a este momento tan delicado, pues tendrá que luchar con algo tan concreto – y tan inasible a la vez – como es ese estado de inquietud permanente que llamamos malestar, o preocupación. O por qué no, enfermedad social, que trasciende incluso a la más concreta que se libra contra la covid.

El confirmado crecimiento de las enfermedades mentales en nuestro país, unido a la desesperanza general de una gran mayoría de la población, no pueden ser combatidos solo con los PGE, y menos aún cuando tantos radicales se vienen uniendo a la gresca por la liquidación de nuestro modelo democrático.

Nunca fue tan urgente controlar la pandemia, pues, además de traer dolor y muerte, mina el ánimo personal y colectivo más que cualquier otro mal o pesar.

PAULA NEVADO
A Paula Nevado, su inquietud y sensibilidad familiar, le han llevado a formarse en diferentes disciplinas creativas y trabajos artesanales. Desde hace años se las tiene con la luz y sus caprichos para adobar con ellos las imágenes que le interesan. Con esta colaboración traslada de manera abierta la búsqueda del mundo que solo puede capturar su ojo. Puedes seguir su trabajo en Instagram: @paula_nevado

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