Agosto

Paula Nevado
Fotografía: Paula Nevado

Agosto nos roza ya con sus dedos ardientes. Es el mes que España (la que puede permitírselo, claro) se detiene para tenderse al sol y se da a la holganza y el viaje. Todo queda, de alguna manera, en suspenso, esperando septiembre, cuando políticos, periodistas y lobbies vuelven a abrir sus agendas.

Así que durante el mes de las fiestas no ocurren grandes cosas. Solo las imprevistas catástrofes naturales nos llegan a sorprender. Aunque también suele pasar que a algunos “yonquis del dinero, que dice un truhancillo de la Gürtel valenciana y otros sumarios, les divierte programar tumbos bursátiles y hasta declaraciones de guerras comerciales y de las otras más calientes, que, no obstante, no logran hacer salir de su modorra estival a la mayoría.

Claro que agosto no es un mes en el que se olvida lo pasado, simplemente ayuda a aquietar las ambiciones y atemperar los grandes impulsos. Así que, al margen de lo que digan los voceros de unos y otros, septiembre amanecerá con la incógnita de qué hará Pedro Sánchez, a quien el Congreso de los Diputados mandó de vacaciones sin aprobarle el objetivo de déficit, es decir, la piedra angular sin la cual es casi imposible tener un Presupuesto y, en consecuencia, estabilidad política y de gobierno.

También llegará Pablo Casado, especialmente sonriente y más morenito, proclamando que la unidad del PP se consumó para siempre jamás entre los gin tónic del chiringuito, pero su partido continuará hecho unos zorros como acabó en julio. Y los catalanes, más divididos eso si, seguirán sin despistarse ni un segundo de la causa que les anilla: la independencia.

Incluso la vuelta pudiera ser incluso más compleja, tensa y bronca que la mantenida en julio. Pues ¿de qué vale (si es que, claro, el presidente Sánchez no nos sorprende con otro salto mortal) un gobierno enmaromado como un San Sebastián? Todos auscultarán de nuevo el hígado del ganso para averiguar en la víscera si les compensa ir de nuevo a elecciones o, acaso, les conviene insistir en el asaeteo del santo más bello.

 

Descansemos

 

Todo parece indicar que la mayoría de los grupos políticos continúa pertinaz en no ponerse de acuerdo en nada,  y dejar claro que el único entendimiento, tan raro como milagroso, fue tumbar a Rajoy de la presidencia del Gobierno. Muchos sostienen que, al fin y al cabo, el mundo no funciona tan mal, a pesar de ese espanto llamado Trump, que continúa sumando votos para los republicanos en Estados Unidos, y de esos nuevos camisas negras que se han hecho con el gobierno de Roma y que también crecen en aceptación. Además, la estrella de Macron declina y las grandes empresas galácticas han decidido no pagar impuestos sin que les ocurra gran cosa.

Descansemos en agosto; con suerte, sólo nos encogerá el pecho ese drama creciente que está sucediendo en el Estrecho.

PAULA NEVADO
A Paula Nevado, su inquietud y sensibilidad familiar, le han llevado a formarse en diferentes disciplinas creativas y trabajos artesanales. Desde hace años se las tiene con la luz y sus caprichos para adobar con ellos las imágenes que le interesan. Con esta colaboración traslada de manera abierta la búsqueda del mundo que solo puede capturar su ojo. Puedes seguir su trabajo en Instagram: @paula_nevado

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