No, no se entiende el revuelo que ha provocado entre los informadores políticos la cancelación por el PSOE del acto que tenía anunciado para el 3 de abril en la simbólica plaza de Vistalegre.
Es claro, un mitín con Zapatero de número uno del cartel para arrancar la campaña de las autonómicas y municipales va en contra de la estrategia electoral del PSOE.
La razón: Tal y como transcurren los hechos en nuestro país, en los últimos tiempos y desde el punto de vista político, al PSOE no le interesa que el inminente debate electoral se desenvuelva en clave nacional y mucho menos que los contrincantes sean Zapatero y Rajoy.
Lo que el PSOE desea es que se retransmita una buena contienda entre los distintos candidatos de las Comunidades Autónomas y municipios que son los que se la juegan. Plantear otra estrategia sería ir contra los propios intereses del partido socialista.
Otro motivo por el que no se explica tanta especulación en torno a la decisión de la dirección socialista es que este tipo de rectificaciones son habituales en cualquier partido en el previo a una dura campaña electoral –como promete ser ésta-. Además, en el caso del PSOE, tan dado a anunciar con demasiada antelación sus movimientos, resulta áun menos sorprendente.
Sobre la cuestión de relacionar la cancelación con la ansiada –más por unos que por otros- decisión de Zapatero sobre su futuro al frente del partido, decir que no tiene sentido alguno es lo más fácil de concluir. Ese tema es objeto de otro debate, también de puertas adentro del PSOE.
Se puede decir que hoy existen dos posiciones en el seno de la dirección del partido socialista sobre el momento adecuado de la sucesión –de la que no parece haber duda-:
De un lado, y en mayoría, están los que prefieren que Zapatero hable una vez pasadas las elecciones autonómicas y municipales. Piensan que el anuncio anularía la campaña que se centraría en un asunto nada beneficioso para los candidatos socialistas.
Del otro lado se encuentran los que desearían saber ya el futuro de Zapatero, a más tardar a finales de este mes, para poder hacer de la próxima campaña la primera vuelta de unas primarias cantadas.
