Elecciones: entre la rosa y el espino

Paula Nevado
Fotografía: Paula Nevado

Derecha y separatistas catalanes se han puesto de acuerdo para que en el tránsito del invierno a la primavera el conflicto político español se desmadre aún más al añadir unas elecciones en abril, con su respectiva campaña, a las ya previstas para mayo. Y todo ello mientras el Tribunal Supremo juzga a los cabecillas de los amotinados de octubre del 2017.

Bien es cierto que en política parece que hemos visto casi todo a estas alturas; que las sorpresas escasean y que nuestros políticos en su mayoría son actores novatos que van y vienen interpretando una tragicomedia menor. Pero la pasión política de cualquier manera crece: los vivas y mueras son cada día más atronadores. Cataluña contra el resto, los demás contra Cataluña; la derecha, que se extrema, contra la izquierda derrengada; la izquierda…

Con todo, lo más probable hoy es aventurar que el bloqueo político continuará después de mayo si es que socialistas y Ciudadanos – cosa improbable – no buscan un punto de encuentro en el centro político. O, por el contrario,  la balanza cae con estruendo hacia la derecha a causa del ruido decisivo del trombón que la extrema derecha ha añadido a la orquesta sin director definido llamada España. Claro que esta opción traería nuevos males.

Bailamos sobre dos pistas bien diferentes. Una que promete moderación y reforma dentro de una Europa en conflicto y, la segunda, que nuestra Tierra sanará con ungüentos políticos del pasado: recentralización y tentetieso.

 

La solución para España

 

En apariencia, la primera opción debería de tener más seguidores, dado el recorrido tan provechoso para España que venimos realizando con Europa. Pero no está claro. La Europa de socialistas y democristianos se derrumba, y en España también. Además, tenemos un elemento diferenciador propio y muy perturbador: Cataluña.

Los separatistas catalanes partieron su población en dos mitades y pueden dislocar también al resto de España al favorecer el crecimiento de una extrema derecha que arrastra a los conservadores hasta fervores cercanos al franquismo. También desconcierta de tal modo a Ciudadanos que más parece un partido emparedado entre azules que el que debiera liderar a la derecha hacia la modernidad democrática y la decencia.

Tenemos elecciones generales en poco más de dos meses y los barones socialistas, que con tanto recelo miran a su jefe político, no van a tener más remedio que encomendarse a un probado caballo de carreras de larga distancia, pero también imprevisible y egocéntrico. La clave en el ámbito de la izquierda estará en si el quinésico Sánchez ha logrado calar e interesar a parte del electorado socialista perdido y arrastra su voto. Y en las filas azules si, efectivamente, una mayoría de españoles está convencida de que la solución para España está en la vuelta al pasado, o sea, recentralización y tentetieso.

PAULA NEVADO
A Paula Nevado, su inquietud y sensibilidad familiar, le han llevado a formarse en diferentes disciplinas creativas y trabajos artesanales. Desde hace años se las tiene con la luz y sus caprichos para adobar con ellos las imágenes que le interesan. Con esta colaboración traslada de manera abierta la búsqueda del mundo que solo puede capturar su ojo. Puedes seguir su trabajo en Instagram: @paula_nevado

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