En plena travesía del desierto de la crisis, el periodista y director de la agencia de Consultoría Estratégica Off On de Comunicación, Pepe Nevado, nos brinda la oportunidad de reencontrarnos con lo que de verdad importa: la familia, el amor, la amistad, la alegría… todo ello vertebrado a través de algo tan sencillo como esencial, los buenos alimentos. Así es Pan Soñado, una obra colectiva en la que una selección de 56 artículos que reivindican sin recato el goce de la vida se entrelazan con los cuadros de la pintora Teresa Muñiz y fluyen guiados por los acordes interpretados por el dúo Tangoror (Javier Afonso al violín y Pedro Díaz a la guitarra), que vienen recogidos en un CD incluido en el libro. Es decir, todo un ejercicio de pleno disfrute para los sentidos.
Pepe Nevado y Teresa Muñiz presentaron Pan Soñado el pasado martes 18 en la Fundación Diario Madrid, oportunamente ubicada en la calle que homenajea a ese padre de todos los periodistas que es Mariano José de Larra, ante un nutrido elenco de amigos y acompañados para la ocasión por otros dos buenos amigos, la periodista Pepa Bueno y el director general de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid, José Guirao. El acto fue una perfecta excusa para dar pie a una animada conversación sobre la pintura, la amistad, la memoria y la gastronomía y defender la pasión y la esperanza como el alimento esencial para seguir respirando ahora que parece que nos hemos acostumbrado a convivir con la incertidumbre.
“Lo estamos pasando muy mal. Vivimos sin nosotros, vivimos muy mal (…) Parece que estuviéramos volviendo a los años setenta” reconoció el veterano cronista durante el coloquio-presentación, que esgrimió el libro como una vía de escape “del hongo de la crisis”, para inmediatamente reclamar la exigencia de no caer en la melancolía: “Uno tiene que vivir con la esperanza. Sin pasión y sin esperanza no hay nada que hacer”. Y, así, a lo largo de las páginas y los cuadros desfilan con alegría los elementos que le permiten a Pepe Nevado aferrarse a la tierra: el descubrimiento de la trufa “el buen hongo antiguo y mágico” con “regusto a pasión y sexo esperanzado”, o el aroma a historia del buen vino, los guisos, el gazpacho bendito, la buena patata, habitas tiernas, cerezas carnosas, fresas guerreras; sin olvidar, claro está, esa hortaliza tan humilde como importante, la alcachofa, que, en palabras del autor, “no ha venido a este mundo para ser alimento, sino para limpiarnos y hacernos sanar con su personalidad salvaje” y, por supuesto, el embrujo del ron o de un buen gin-tonic: “el trago del satisfecho, de aquel al que le gusta la vida y se agota peleando con ella”.
Cada uno de estos relatos breves y urgentes de la vida, que Pepe Nevado ha sufrido y disfrutado a partes iguales, está ilustrado con una obra de Teresa Muñiz, pintora madrileña de raíz asturiana que abandonó la gestualidad de su primera etapa artística para adentrarse en el siempre difícil territorio de lo esencial. “En el arte de Teresa no sobra nada, pero tampoco falta nada. Está en su justa sazón”, explicó José Guirao que animó a los presentes a adentrarse en la obra de la autora, porque los que así lo hagan se llevarán una doble alegría: “encontrarse con una artista y con alguien que mantiene una tradición que sigue viva”.
Tradición y vitalidad son precisamente el adobo de este libro, que reivindica la comida en familia como un “acto de profundo amor” y son también los ingredientes que han inspirado la selección realizada por Tangoror para ejercer de guarnición musical del libro, con piezas de los compositores argentinos Fernando Egozcue (Lágrimas de cera), Astor Piazzolla (Bourdel 1900 y Café 1930) y Jorge Cardoso (Milonga) y el venezolano Manuel Yáñez (Viajera del río).
“Se disfruta solo” admitió Pepa Bueno sobre la lectura de Pan Soñado. “En estos tiempos ásperos y duros que nos toca vivir es desintoxicante. Te pone en contacto con algo de verdad, con lo más telúrico, con el pan y el sueño”, agradeció la periodista. En un momento en que no se vislumbra el auténtico final de la crisis, Pan Soñado nos propone escapar de las miserias cotidianas a través de la comunión con la tierra, el pan, el aceite, en definitiva, con la vida.
TERESA MUÑIZ expone en Madrid del 18 al 23 de noviembre en la Fundación Diario Madrid, C/Larra, 14.