Pagar por el Aire

El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro
Fotografía: El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro
El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro
El ministro de Hacienda Cristóbal Montoro

Nuestro ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha alcanzado un balance de gestión insuperable cuando aún no se ha tocado la mitad de la legislatura. Ha subido todos los impuestos habidos y creado otros nuevos. No hay recuerdo de algo parecido en tiempos de paz. Sin embargo, es un éxito al que le pueden seguir creciendo los laureles. Nuestro risueño ministro está en racha. Continúa en una progresión que nadie detiene, por el momento, a pesar de haber conseguido ya las metas más altas.

Porque, en verdad, son pocos los nuevos tributos implantados y muy tibias (caricias raspadas solo) las advertencias realizadas a colectivos que se hacen los longuis con Hacienda. En realidad ni siquiera ha utilizado la mano dura con el defraudador. Con medio país, o más, a verlas venir, si Montoro quisiera inundaría las fiscalías con denuncias de delitos tributarios. Pero no es tan perverso. Sus decisiones se producen según el método del gota a gota. Señala a afamadísimos ciudadanos distraídos con el fisco (Messi ayer, el cocinero Sergi Arola hoy) con lo que obtiene palmaditas de aceptación que le alivian de tan tremendos insultos que le propina el ciudadano común cuando advierte su figurilla dentada y chistosa por la tele. Pero tiene metralla para dar y tomar. No son zulos ocultos sino auténticos arsenales de expedientes hirviendo.

Si Rajoy, a pesar del enésimo chaqueteo dado que le aproxima a Francia e Italia, no logra muy pronto rascar fondos de Bruselas para paliar el paro joven y financiar, aunque sea con gotero, a nuestras pymes más activas, igual rula el periscopio del seguimiento desde las personas físicas a las jurídicas, o sea, empresas y empresarios buscando el retorno de las deudas que acumulan con el Estado. En previsión de que un azar de tal calibre se pueda concretar en incoación de miles expedientes tributarios (salvo algún franco tirador y el pueblo llano hasta las narices) todos andan con patas de gato por sí las moscas, por si se ofusca el de Jaén o por si acaso Rajoy le pide más madera porque desde Bruselas no sólo no llega la flotilla del oro, sino tan siquiera el alivio del » te aplazo la deuda «.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Cerrar

Acerca de este blog