La Algarada

megáfono2Aquellos que fabrican nuestro presente y mucho más aquellos que nos lo cuentan (los medios de comunicación) se han puesto de acuerdo para asustarnos de veras. No conformes con la cacería, voraz y muy ruidosa, que perpetran contra Zapatero, han decido arremeter al tiempo contra un PP cercado por decenas de imputados a causa de distraimientos varios y otros descuidos, de tal suerte que a poco que el de León afloje y a los populares les dé por ajustarse las cuentas, dejaremos la gobernanza del país en manos de los mismísimos banqueros. Claro que si el desgaste de la clase política continúa a este ritmo podría suceder que hasta el alcalde de Madrid, Ruiz Gallaron, tuviera su oportunidad, incluso sin olimpiadas en Madrid en 2016. Son estas unas semanas para olvidar. De hacer caso a lo que se dice y habla, a España no le queda un telediario. El Apocalipsis deberá ser algo parecido a esta actualidad de asfixia, escándalo y alarma: todo está patas arriba, no hay salida, Zapatero es culpable y Rajoy es un paquete. Para colmo, la Iglesia anuncia movilizaciones a cuenta del  nuevo Proyecto de  Ley del Aborto que debaten las Cámaras, y no sabemos pensar que  ocurrirá (o sí) en el caso de el Tribunal Constitucional no acepte algunos artículos del Estatuto de Cataluña. Zapatero y Rajoy deberían mirárselo. Ninguno de los dos saldrá bien librado de esta bastonada política. Aunque es previsible que sea el Presidente el más lastimado. En esta maraña de acequias que es la política española, todas las compuertas se están abriendo al tiempo para inundar el terreno que pisa Zapatero y su partido. Pronto vendrán las encuestas difíciles, esas que aflojan las piernas a la mayoría de los políticos. Zapatero sólo tendrá una posibilidad de éxito si resiste sin enrocarse. Justo lo contrario que viene haciendo el acorralado presidente valenciano Camps, que cree asumir responsabilidades pidiendo la dimisión de Zapatero. Cosas veredes.

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