En los viajes organizados es frecuente encontrar sujetos muy pesados y, sólo en contadas ocasiones, personas singulares y curiosas. El invierno pasado hice un viaje de esta manera gregaria a la muy depauperada y sin embargo bellísima Portugal. Nada más bajar del avión un individuo algo estrávico y como deshilvanado Seguir leyendo
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