Qué difícil es ser político. Sometido siempre al escrutinio público es casi imposible que no le atrapen en algún renuncio. También es humano. Y renuncio de uno, escandalete de otro y mangancia del de más allá, resulta que el tiempo acaba construyéndole una imagen muy próxima a lo horrendo. En Seguir leyendo
Cerrar
Acerca de este blog
