
En esto de comer y beber los hay muy ansias, o demasiado ganosos como dicen en Jaén. Así que cuando los primeros rayos de sol abrileño juguetean sobre nuestros ojos somnolientos, ya estamos deseosos de hartarnos de cerezas, disfrutar del albaricoque jugoso, aunque sea haciendo este de jefe de filas Seguir leyendo