Vía libre para que el juez Castro siente a la Infanta Cristina en el banquillo de los acusados. La noticia no es cualquier cosa. Pero en la casa de su hermano el rey Felipe VI no sólo no se inmutan, sino que dan un paso más allá: «Corresponde a la Infanta renunciar a sus derechos». Habrá que entender pues que la dejan sin red y, además, la invitan a abandonar el redil. Muy pocos podrían haber anticipado este desenlace hace escasamente unas semanas. Pero así se escriben los acontecimientos. Es la monarquía la que da los pasos más largos y determinantes para salir «de la charca del elefante». Felipe VI va por delante sin más apoyos conocidos que su determinación, y puede que no haya abierto más ventanas buscando la entrada de aire fresco porque el Gobierno ha sido incapaz de promover una legislación sobre transparencia pública como exigen la gran mayoría de ciudadanos.
Hasta ahora es la única institución del Estado que ha tomado buena nota del cariz que traen los nuevos tiempos. Las demás caminan cada una a su tran tran. Destaca, no obstante, la posición de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Parece no casarse con nadie. Dejó hacer sin más a la jueza Alaya cuando ésta enfiló adarga contra el PSOE y toda su ejecutoria en Andalucía a propósito de los Eres, y ahora que la jueza está perdida en la selva judicial que ella misma ha venido tricotando, se adelanta a todos para pedir el acta de diputados a sus predecesores en el cargo y colegas de gobierno, si es que son imputados.
Sí, nuestro tiempo histórico, escandalizado por centenares de episodios de corrupción política, se acelera como un Fórmula 1 en las rectas de Imola.Todo indica que rodarán con profusión cabezas de personas muy significadas ante la inminencia de elecciones locales y autonómicas. Creen ahora todos los partidos tradicionales que sólo de esta manera podrán «detener el incendio de palacio». Puede. Pero en su atropello quién sabe qué torpezas nuevas cometerán. Gana en todo caso Podemos, pues ¿cómo iban a pensar que la casta se desangraría en luchas internas antes de que ellos tuvieran la oportunidad histórica de salvarnos?.
