Deja que te hable de mi sueño,
de las escapadas por las arboledas
en la vaguada de los ladridos,
sus yescas de agosto
y el fulgor en los pinchos verdes
de los enebros soldado.
El roble Conte lo conoce todo,
transforma el viento del ocaso
en ondas musicales
y descodifica el lenguaje
del bosque.
Los ruidos o silbos
son noticias o poemas para sus hojas.
El 3 de agosto fue un día fértil,
Las cabras realzaron 70 castaños,
120 robles
y atusaron una umbría de romeros.
De madrugada, la cantora Grilia
sedó la noche con esta nana:
«Bravá, bravá,
Ajujulú, vá
Tenderé, já
Mandelí, rá».
Conte me sopla que viene a decir:
Disfruta de la temperatura perfecta
que nunca más será.
En Sierra Morena, la encina se apiada de la tierra, mientras la calor ordeña sus melochas. Y, a la noche, el cárabo vocea a las cabras bajo la luna.