Atención a las declaraciones que hemos escuchado esta mañana en la presentación de la nueva Batasuna. No se trata de un intento más del mundo proetarra para ganar tiempo.
El Gobierno será prudente y puede que intente minimizar el asunto, pero lo cierto es que Batasuna le pone en un aprieto. Y es que, por lo oído y leído, los estatutos de la nueva formación política son difíciles de atacar.
El histórico abogado Íñigo Iruin se ha encargado de presentar los estatutos que, parece, también ha redactado. Este defensor de etarras y militantes abertzales es un magnífico letrado y con seguridad introducirá muchas dudas en el tribunal que terminará por decidir sobre la legalidad del nuevo partido.
Todo indica que a la postre será el Tribunal Supremo el que tenga que resolver sobre el asunto. Que lo va a tener muy complicado, es más que una impresión.