El PP no está cambiando su estrategia, sigue en campaña permanente, intentando perfilar la imagen de su informe líder y candidato a toda costa. Pero hay una novedad, desde Génova se está trabajando para acercar a Mariano Rajoy a los espacios hasta ahora más hostiles o menos seducidos por su actividad en la oposición, tal vez, simples escépticos de su victoria.
El primer ejemplo lo encontramos en la llamada Declaración de Cartagena, una especie de borrador del programa que el PP tendría preparado para cultura si llegara a gobernar. Su presentación reunió a un ecléctico grupo de artistas que comienzan a ser apodados en los confidenciales como “los de la barba” en contraposición a “los de la ceja”.
Veladas anodinas aparte, por cierto, no merecedoras de espacio en el papel cuché a pesar de sus populares asistentes, lo que llama la atención es el sí del equipo de Rajoy a la constante invitación del Foro Nueva Economía para participar en sus desayunos informativos.
Es sabido que dirigentes autonómicos y nacionales del PP se dejan ver y oír, casi cada semana, en este espacio que reúne en Madrid a los rostros protagonistas de la vida económica, política, social y hasta diplomática. Pero Rajoy nunca había querido ir como ponente, si bien ha acudido como invitado pasivo en numerosas ocasiones.
Ahora sabemos que el próximo viernes 25 de junio el líder de la oposición será el invitado del desayuno y que previsiblemente no se saldrá del guión que corresponde a la coyuntura política además de dar un par de titulares sobre el tema o temas del día.
Entonces, ¿por qué los asistentes habituales de estos encuentros reconocen estar recibiendo presión desde Génova para garantizar su presencia ese día? Aquí la revelación de un obstáculo en la tercera carrera de Rajoy a La Moncloa: en todos estos años no ha logrado adhesiones firmes a su línea política por parte de los decisivos rostros que se deberían dar cita el próximo 25 de junio.
En Génova se afanan contrarreloj para que la foto en el Foro Nueva Economía sea más creíble que la de la velada en el Teatro Alcázar…