Desde que saliera al balcón de Génova la noche del 20N, no vemos a Rajoy, ha desaparecido. Solo hemos adivinado la imagen borrosa y fugaz de alguien que se le parecía entrando en la sede, enfundado en una gabardina negra de moda en la Viena de El tercer hombre. Nos Seguir leyendo
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