
Cuando el otoño se precipita para diciembre y las nieblas suplantan a las lluvias, los vinos de Montilla-Moriles han dejado de cocer y se hacen carbónicos y dulces. A la vera misma de las cepas peladas y oscuras, aquellos hombres que cortaron la uva pedro ximénez en el verano tardío, Seguir leyendo