Aire y sueño

Con sólo respirar me vale.
Ni agua, ni pan, ni tú.
Vosotros apurad
otras jofainas
y derramaros en los desiertos.

Me quedo con el invisible
pulmón que me mece
empujado por un corazón
igual que la lágrima
soplada por su melania.

Con el aire que filtra
la roca del mundo
vivimos la mayoría
de los dominados
y los que nacen.

Así, con esa nada
que percibe el deseo,
me basto para comprender
el mundo de las manos
puercas y sus lictores.

Se trata de esperar
siempre y a toda mecha
hasta ver convertido el aire
en sueño.

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