E.coli. Al Vuelo 13

El brote de la bacteria E.coli ha causado, a día 1 de junio, la muerte de 17 europeos y ya afecta a más de 1.500 ciudadanos de nueve países diferentes de la UE, de ellos casi 400 son alemanes.

Esas cifras también deberían de alarmarnos, al menos tanto, como las de las pérdidas –millonarías, sí- que está provocando la “crisis del pepino”  a la huerta española y, singularmente, a la andaluza. España, hipnotizada por su propia crisis de exportaciones agrícolas, no  alcanza a ver este episodio sino en clave económica. La opinión pública, los medios de comunicación, todos los colectivos perjudicados –desde el agricultor hasta el transportista- claman al Gobierno que actúe con rapidez y contundencia  en defensa de nuestros productos, del made in Spain.

Los efectos económicos de esta crisis alimentaria parecen ser los únicos que nos preocupan. Otra vez España y sus agricultores son víctima de un país vecino, otra vez nos convertimos en la  patria solitaria y apestada de Europa, otra vez es culpa de un Gobierno débil… Vaya, creía que hacía tiempo que eramos Europa y que la muerte  y el dolor de nuestros conciudadanos  también nos importaba. Pero no he oído ni leído ninguna palabra de condolencia.

Esperaré atento a que los  gobiernos, oposición, sociedad civil y medios de comunicacion comiencen a hablar de este brote tan dañino también desde ese lado. No todo es el dinero. ¿O quizás sí?.

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