Esas manos de Berlusconi y Gadafi entrelazadas informan tanto como repugnan. Detrás de esta sobrevenida amistad entre el sátrapa y el nuevo fascismo están los negocios de Estado y de ellos, sobre todo los suyos y de sus amigos. Todo está confundido: lo de todos y lo de ellos. Pero Seguir leyendo
Cerrar