La Crisis ha Terminado

Mariano Rajoy aplaudido por los diputados del PP tras su intervención en el debate sobre el estado de la nación. EFE/Emilio Naranjo
Fotografía: Mariano Rajoy aplaudido por los diputados del PP tras su intervención en el debate sobre el estado de la nación. EFE/Emilio Naranjo
Mariano Rajoy aplaudido por los diputados del PP tras su intervención en el debate sobre el estado de la nación. EFE/Emilio Naranjo
Mariano Rajoy aplaudido por los diputados del PP tras su intervención en el debate sobre el estado de la nación. EFE/Emilio Naranjo

Poco a poco, aunque de manera inexorable, el Gobierno impone el nuevo mantra de que la crisis ha quedado atrás. El penúltimo escenario donde se exhibió con gran aparato mediático y toda suerte de datos que «indican esa certeza», fue en el Congreso de los Diputados con motivo del Debate del Estado de la Nación. Rajoy se olvidó de todo para decirnos sólo una cosa con machacona insistencia: «hemos pasado el Cabo de Hornos», o sea, el infierno, y que, a pesar de la herencia socialista, el Gobierno había vencido.

Rubalcaba y otros se desgañitaron refutando las cuartillas triunfalistas que leyó el presidente, pero ¿a quién le interesaban sus palabras?. En el mismo instante que la oposición contradecía al presidente, se conocía que el PIB del último trimestre de 2013 había crecido un 0,2 por ciento, que por primera vez en décadas, España tiene superávit exterior y que con la tarifa plana de la Seguridad Social y la aplicación masiva del trabajo a tiempo parcial, el desempleo empezará a humillar pronto. Además, el CIS y otras encuestadoras de encargo anunciaron que Rajoy había ganado el debate con largueza.

Este ceremonial desarrollado en torno al presidente se replica en todas las administraciones populares, asociaciones patronales y gremiales, escuelas de empresas y think thanks, medios de comunicación y decenas de cátedras universitarias, centros de estudios económicos y centenares de jornadas de empresa. Sí, esta vez va en serio eso de crear tendencias para cambiar la realidad. El Gobierno está decidido a ello, la empresa también, la sociedad necesita esperanza y la mayoría de los españoles trabajo. ¿Qué daño puede causar, entonces, implicar a una parte de los españoles en la cruzada de la recuperación?.

Nadie advirtió que Mariano Rajoy, con la que ha caído y sigue chorreando, seguiría tan vivo, mandón y hasta desdeñoso pasado el ecuador de la legislatura. Pero ahí está. Como un Leónidas desnudo defendiendo sus Termopilas, sin miedo a una traición seria en la retaguardia, pendiente sólo de un enemigo al que le abandonó el genio. No tiene adversarios políticos. Su única oposición es la realidad pero ésta, por si sola, carece de puños que le puedan atizar. Por ello la toma, la tuerce y domeña hasta transformarla en un relato esperanzador que le sirva para salir del atolladero de las elecciones europeas.

Después, cuando llegue el verano y los catalanes salgan a las veredas cogidos de la mano y se planten en las plazas y ayuntamientos exigiendo la independencia, ¿que dirá?. Creo que lo sabemos.

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